Según la wikipedia, el juego simbólico es el juego en el que el niño imita acciones de la vida cotidiana del mundo de los adultos. [...] Aparece cuando el niño ha adquirido la capacidad de representación, mediante la cual representa acciones y reglas básicas imaginarias que se refieren a los acuerdos sobre a qué se juega. El hecho de explorar y reproducir el mundo adulto hace que se desarrolle el pensamiento creativo y les ayuda a resolver conflictos, tensiones, sentimientos. No debemos olvidar que el juego simbólico es un aprendizaje que ayuda al niño a conocerse a sí mismo y al entorno social que le rodea.
Ahora bien, pasados los primeros años de exprimir el juego simbólico de imitación, y, como hacía Piaget, observando mi sobrina Carmen (4 años), veo que empieza a crear un tipo de juegos simbólico que imita los comportamientos adultos, sino que fabrica sus propias historias, basadas en situaciones imaginarias, que poco tienen que ver con lo que los adultos hacemos. Empiezan a inventar mundos y situaciones divertidas, y, si te dejas, te involucras y te hacen participar.
En este juego intenso, a menudo tú intentas actuar como lo harías habitualmente, pero no estás siguiendo las normas del nuevo juego creado. No estás siguiendo el guión que se te ha creado para ti. Esto puede generar problemas, que se solventan fácilmente preguntando que tienes que hacer y siguiendo las instrucciones nuevas, que, en cuanto las empiezas a interpretar, pueden cambiar de repente.
Sin embargo, a pesar del mundo imaginario, las normas inventadas, los giros de guión que suceden, hay una constante: la congruencia. Debe haber una coherencia entre los hechos que ocurren, las acciones que los desencadenan, y las consecuencias que conllevan. Por ejemplo, yo, poco, puedo estar embarazado y tener seis muñecas escondidas bajo la camisa. Pero a la hora de parir, ... "tío, así no, ... lo tienes que hacer así" y me cuenta por donde deben salir las muñecas y qué gestos debo hacer en la voz y con la cara.
Obviamente, cuando termine de parir, he de amamantar a los niños, y las he de acostarse a dormir, aunque después me dirá que yo soy chico y que no puedo estar embarazado. sin embargo, esto será cuando acabamos de jugar.
Puede estar inventando situaciones que sabe que no son reales, pero tienen que pasar como si fueran de verdad, de una manera congruente dentro del transcurrir de los acontecimientos. Y cuando esas criaturas lleguen a la escuela, nosotros estaremos a su altura para ayudarles a progresar?