Septiembre es un mes en el que las maestras y los maestros nos apresuramos para preparar las clases con mucha ilusión para recibir al alumnado del año pasado que ya ha crecido o el nuevo alumnado que vendrá, y lo hacemos poniendo mucho cuidado a cada detalle, aunque a menudo olvidemos un aspecto muy importante que facilitará la creación de ese ambiente relajado, donde todas y todos se sienten muy a gusto: el aroma.
Ponemos almohadillas que reconfortan el tacto, colgamos cuadros en la pared que endulzan la vista e incluso se escucha una música suave de fondo que gusta al oído. ¿Y el aroma? ¿a qué huele tu clase?
El sentido del olfato tiene la peculiaridad que conecta directamente con el sistema límbico, sin pasar por ningún filtro, y además está situado muy cerca de la zona del cerebro donde se crean los nuevos aprendizajes. En los humanos, entre diez y veinte millones de neuronas envían impulsos nerviosos al bulbo olfatorio, situado en la parte más frontal del cerebro, donde se procesan y codifican los olores. Desde allí, la información se envía a la corteza cerebral, responsable de procesos como la conciencia, el pensamiento, las emociones, el razonamiento, el lenguaje y la memoria y el sistema límbico, implicado en respuestas conductuales y emocionales.
Para poder aprovechar este aspecto, es necesario tener un difusor en clase, que usaremos para difundir los aromas que ayudan a los niños. El difusor, que se convertirá en un elemento esencial en la clase, se complementa con aceites esenciales (obviamente de buena calidad) que ayudarán a crear ese ambiente según las necesidades.
Con los más pequeños, por ejemplo, naranja, limon, lavanda... son básicos. También son muy interesantes mezclas como Gentle Baby o Joy.
Para los mayores, y para ayudarlos en los estudios y en la concentración, la combinación de limón y menta es clave. Cuando se enfrentan a un reto, las mezclas Valor y Believe les ayudarán a triunfar.
Esenciales para el período de acogida con el alumnado más pequeño, podemos mezclar el incienso y la naranja. Incluso podemos poner un toque de canela para darle calor de hogar.
Cuidar este aspecto oloroso, nos ayudará a conseguir un ambiente confortable y acogedor, tanto para maestros como para niños.
Si necesita más info sobre los aceites, puede visitar esta página (esenciadelatierra.es)